Acalabrutinib es un inhibidor de la tirosina quinasa (BTK) de segunda generación, un fármaco más nuevo que puede mejorar la supervivencia de la leucemia linfocítica crónica (CLL) y el linfoma de células del manto (MCL).
Los investigadores creen que los inhibidores de BTK combinados con fármacos de anticuerpos CD20 modificados (como Obinutuzumab) pueden mejorar la velocidad y la profundidad del tratamiento con Acalabrutinib al responder a células cancerosas más sensibilizadas.
En el ensayo clínico de fase 1 b / II, los investigadores evaluaron el efecto de la terapia combinada de acalabrutinib y obinutuzumab en el Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio, el Hospital del Cáncer James y el Centro de Investigación Richard (OSUCCC-James), convocando a 45 pacientes en recaída / refractarios o pacientes con CLL que nunca han recibido tratamiento.
En general, la terapia combinada de acalabrutinib y obinutuzumab se tolera bien y la tasa de respuesta ha mejorado con el tiempo.
Entre los pacientes que no habían recibido ningún tratamiento, la tasa de respuesta global fue del 95%. La mediana del período de seguimiento fue de 17.8 meses. La tasa de supervivencia general (SG) de los pacientes con LLC en recaída / refractaria fue del 92%, con una mediana de seguimiento de 21 meses.
OSUCCC-James. La profesora asociada y primera autora Jennifer Woyach dijo que a pesar de los avances logrados en el tratamiento de la CLL en los últimos años, la necesidad de opciones de tratamiento adicionales sigue siendo urgente.
La efectividad general del ensayo Acalabrutinib enfatiza que este estudio clínico puede tener un impacto potencial en el manejo de la CLL.